Cuando Zeng Guofian sofocó la revuelta en An Khang, un pariente lejano vino a verlo en busca de un refugio. Esta persona provenía de una familia humilde, vestía de manera sencilla y hablaba con sinceridad. No dejaba de expresar su deseo de seguir a Zeng Guofian, sin buscar riqueza, solo anhelando una vida cómoda. Unos días después, Zeng Guofian preparó un banquete para recibirlo en el campamento. Durante la cena, ambos intercambiaron todo tipo de temas, desde la gobernanza del pueblo hasta estrategias de conquista y asentamiento, y en cada campo, este hombre se destacó. Zeng Guofian se sintió complacido, pero no esperaba que, al finalizar la cena, le regalara una suma de dinero al pariente y le dijera que se fuera, dejando a todos sin entender el motivo.

Mucho después, él reveló que la razón era que, aunque el pariente se autodenominaba pobre, durante la comida dejó escapar un detalle. Debido a que estaban en tiempos de guerra, la calidad de la ración era mala, y mientras decía que no le importaban las dificultades, elegía meticulosamente las partes no sabrosas de la comida. Por lo tanto, Zeng Guofian concluyó que esta persona no tenía un corazón puro y no era digna de confianza.

La vida es inherentemente compleja, y la comida no es solo comida; también encierra una filosofía de la existencia. La comida es solo un pequeño gesto ante la persona que tienes enfrente, y todas las palabras y acciones, por más profundas que sean, son difíciles de ocultar por completo. Veamos las siguientes reflexiones para entender mejor el carácter de una persona a través de su forma de comer.

1. La forma de comer refleja la moral de una persona

Un hombre invitó a un amigo a cenar y, por casualidad, se encontró con su padre en el restaurante, así que los tres comieron juntos. Durante toda la cena, el padre se quedó en silencio, comiendo, y solo intercambió algunas palabras de cortesía, dejando que los dos jóvenes conversaran cómodamente. Después de la cena, el padre le dijo a su hijo que no podía tener una relación cercana con el amigo, a lo que el hijo, sorprendido, respondió que solo lo conocía por negocios y que habían colaborado varias veces con muy buena impresión. El padre respondió que, aunque no conocía bien a esa persona, podía deducir algo de su carácter a través de su forma de comer. Observó cómo usaba los palillos para servir la comida, siempre revolviendo los alimentos del fondo del plato, y solo después de varias veces servía, especialmente con los platos que le gustaban, como si estuviera salteando la comida nuevamente en el plato.

El hijo, al escuchar esto, no estaba convencido y argumentó que las circunstancias y los hábitos eran diferentes, por lo que eso no podía ser un criterio para juzgar a una persona. Así que no se debe medir a los demás con los propios estándares, el padre sacudió la cabeza y dijo: si una persona está en una situación desesperada y se encuentra con un plato de comida deliciosa, no prestarle atención a la forma de comer puede ser comprensible. Sin embargo, tu amigo es un empresario, su vida material no tiene nada de qué preocuparse, y aun así tiene esa forma de comer, lo que demuestra que es una persona que solo se preocupa por su propio beneficio. En la mesa, solo se enfoca en sí mismo, sin considerar la experiencia de los demás. Si en los negocios se enfrenta a un conflicto de intereses, seguramente no se detendrá ante nada.

La forma de comer es importante en un 10%, pero la forma de comportarse en la mesa es aún más importante, en un 90%. Solo aquellos que pueden controlar su boca en la mesa son verdaderamente sabios, saben cómo controlar y manejar su propio destino. Las personas con buenos hábitos alimenticios siempre son educadas y amables con los demás, y serán cada vez más respetadas y queridas, y su carrera se abrirá cada vez más.

2. La forma de comer refleja la educación familiar

La educación de los hijos es extremadamente importante, y se manifiesta en los detalles más pequeños y en las acciones cotidianas. En la vida diaria, cultivar el carácter también debe prestarse atención a estas pequeñas cosas. La hija de la señora Hoa es una joven hermosa y encantadora, pero al comer siempre hace ruido, con la boca llena, especialmente al beber sopa. No solo eso, sino que también le gusta comer carne, así que cada vez que se sirve la comida, ella arrastra el plato de carne hacia sí misma y no deja de comer hasta que llega al último bocado. Cuando era pequeña, cada vez que hacía esto, sus abuelos la reprendían, pero la señora Hoa la defendía, diciendo que en casa no había escasez, que los niños podían comer como quisieran y que debían disfrutar. Al final, nadie decía nada más. Ahora, al crecer y salir a la sociedad, su trabajo y vida son inestables, y casi todos los que la conocen se sienten incómodos con su forma de comer.

En una empresa, ella tenía un socio importante, y todo estaba acordado, solo esperando la firma del contrato. Ese día, después de una larga reunión para cerrar los últimos términos, ella, en representación de la empresa, invitó al socio a cenar, pero después de la comida, ellos cambiaron de opinión 180 grados y se negaron a colaborar. Al investigar, resultó que todo se debía a su forma de comer, que les generó desconfianza y no se sintieron cómodos para colaborar más, solo por su manera de comer codiciosa y grosera. A pesar de tener muchas oportunidades de avanzar en su carrera, se quedó estancada.

3. La forma de comer pone a prueba la confianza de una persona

Recientemente, una empresa famosa contrató a 8 empleados más y los invitó a cenar con los líderes. Justo después de la cena, dos de ellos fueron eliminados, y la razón fue la siguiente: entre los candidatos, había uno que disfrutaba mucho de la comida picante, pidió algunos platos tan picantes que solo él podía comer. Luego, cuando se sirvió la comida, siempre movía los palillos de arriba a abajo mientras comía y hablaba con la boca llena. El otro era muy introvertido, no dijo mucho durante toda la cena, pero cuando todos levantaron sus copas, él participó y no rechazó ningún plato. Sin embargo, cuando la cena estaba a punto de terminar, comenzó a sonrojarse y a hablar de manera incoherente, e incluso se tambaleó y cayó del asiento al suelo.

Se puede ver que la primera persona era egoísta y carecía de cultura. Si se coloca en un entorno laboral, es un ejemplo de alguien que no tiene espíritu de cooperación con el grupo. La segunda persona siempre trabajará duro, pero lo hará sin dirección, sin saber cuándo detenerse, y también carece de autoconocimiento. Lo más importante es que su carácter se vuelve completamente diferente; después de emborracharse, su verdadera naturaleza sale a la luz, que no es como su exterior humilde.

Los antiguos decían: para probar una joya, hay que quemarla durante tres días; para evaluar la madera, hay que esperar siete años. Por lo tanto, para juzgar a una persona antes de hacer amigos o colaborar en los negocios, debemos ponerlos en circunstancias especiales, en situaciones que toquen su corazón. A continuación, se presentan nueve formas de reconocer la calidad moral de una persona, que son experiencias filosóficas acumuladas y transmitidas a lo largo de miles de años.

  1. Dinero. El dinero es una forma directa de examinar la voluntad y la virtud de una persona, y también es el aspecto que más problemas genera en las relaciones humanas. No son pocas las relaciones que se rompen debido a préstamos de dinero que no se devuelven o a la incapacidad de reembolsar, lo que lleva a la ruptura. Aunque el dinero es un bien externo, es esencial para garantizar una vida estable, por lo que incluso entre buenos amigos, el dinero debe ser tratado con claridad.
  2. Ayuda urgente. Así es la vida, generalmente solo cuando estamos en dificultades, podemos saber quiénes son realmente nuestros amigos, quienes nos aman y son nuestros seres queridos. Podemos conocer a muchas personas, pero quienes realmente pueden ayudarnos en momentos difíciles son los que importan. Sin embargo, esto también debe considerarse en dos casos: primero, que la ayuda esté dentro de sus posibilidades, y segundo, que tú tengas un lugar relativamente importante en su corazón.
  3. Cercanía. Dos personas que han estado juntas durante muchos años desarrollan una relación de igualdad y respeto mutuo. La educación y el conocimiento de una persona pueden reflejarse más claramente ante el otro. Si, en una relación de muchos años, una persona siempre es respetuosa y humilde con los demás, entonces esa persona es digna de ser amiga.
  4. Distancia. La distancia es una medida de la calidad de la relación entre dos personas, puede ayudar a entenderse mejor. Si la relación entre dos personas es lo suficientemente fuerte, con objetivos y ideales similares, entonces su relación no se verá afectada por la distancia y el tiempo. Por el contrario, si la relación se basa en intereses y estatus, con el tiempo, la distancia los separará, y la relación naturalmente se volverá menos cercana.
  5. Situaciones complejas. Las personas con capacidad se pueden dividir en dos tipos: capacidad y resistencia a la presión. Generalmente, el nivel de capacidad de una persona se manifiesta cuando enfrenta presión. La presión puede confundir el juicio y el comportamiento de una persona. Si, en una situación de alta presión, esa persona aún puede pensar en un método adecuado, entonces es una persona capaz.
  6. Problemas inesperados. Los problemas inesperados no solo ayudan a ver el nivel intelectual de una persona, sino que también muestran la velocidad de reacción y la capacidad de controlar sus emociones. La respuesta de la otra persona ante un problema inesperado no necesariamente debe centrarse en el bien o el mal; lo más importante es que reaccione a tiempo y dé una respuesta adecuada.
  7. En tiempos de adversidad. Se dice que en tiempos de adversidad se ve la verdadera amistad. Una persona en la cima del éxito tendrá innumerables personas a su lado, pero en momentos difíciles es cuando se sabe quién es realmente un amigo sincero. Por lo tanto, al elegir amigos, es mejor la calidad que la cantidad, como tener un saco de papas lleno, no es mejor que llevar una joya preciosa.
  8. Vino. En la cultura popular se dice: la calidad del vino es como la calidad de una persona, y "después de beber, se dicen las verdades". Sin embargo, cada persona se comporta de manera diferente cuando está borracha; algunos solo se sumergen en el sueño, lo que no permite juzgar mucho. Por lo tanto, esta manifestación de embriaguez solo puede ser una referencia, no se puede evaluar completamente el carácter de una persona basándose solo en la calidad del vino.
  9. Del lugar de encuentro se puede ver la forma de tratar a los demás. Interactuar con una persona es una manifestación de la capacidad básica de tratar con los demás. La capacidad de manejar bien las relaciones no solo es un problema de habilidad personal, sino que también está íntimamente relacionada con su forma de tratar a los demás. La realidad nos ha mostrado que no siempre una persona con un alto nivel educativo tiene una buena capacidad para tratar con los demás, y viceversa.
Usuarios a los que les gustó