Infierno espiritual
Voy a enfrentar antiguos miedos.
Voy a dejar al descubierto mi viejo rostro: voy a pasar de las gafas de montura gruesa a lentes de contacto.
Las monturas gruesas son amigas. Ocultan en parte las ojeras debajo de mis ojos.
Me protegen de…
Comentarios.
Durante toda mi vida, la gente ha notado mi rostro, se ha inclinado y ha dicho: “¡Te ves muy cansado! ¡Agotado! Señor, tienes la expresión de un muerto. Pareces un consejero de campamento, a punto de contar una historia de fantasmas, iluminando su rostro con una linterna de manera inquebrantable, haciéndolo parecer alguien que ha regresado de la tumba, contando una historia sobre el infierno. ¡Eres tú! Transparente.
Para ser justos con mis críticos, me veo realmente cansado. Profundamente.
Prueba
En la clase de francés de secundaria, mi profesor detuvo todo, se acercó a mí y gritó con lo que yo creía que era algo francés:
“¡Oh, La La! ¡tú como un horror aterrador, bajo tus malditos ojos!”
Como no sabía ni la mitad del francés, me reí, lo que llevó al profesor a seguir enseñándome: