Crianza | Vida

Quizás haya suficiente que decir.

Yo tardé 40 años en llegar a esta realización, y aunque aún no lo creo completamente, estoy llegando allí. Lentamente. Cada día, a través de tareas escolares de primaria sin sentido, tareas escolares sin sentido.

No sé cuándo comencé a preocuparme profundamente por la perfección, pero sé que fue muy temprano. No puedo recordar un momento en que no estuviera obsesionado con obtener 100 en los exámenes de la escuela o jugar un partido de béisbol sin cometer errores. Recuerdo vívidamente en sexto grado, sentado en un pequeño escritorio de primaria con agujeros de cubo debajo de la superficie de escritura, mientras las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos por los errores. Fue un error realmente imperdonable.

La clase era una especie de cuestionario o prueba. La maestra nos pidió que intercambiáramos nuestros trabajos con otros estudiantes, y cuando calificamos el trabajo del otro, ella experimentó la respuesta. Mirando hacia atrás, esto fue innecesariamente…

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