¿Por qué se ha convertido el té en el "primer paso hacia la salud" para el público en general?

En la vida moderna de ritmo rápido, "beber té" se ha convertido en el primer paso para muchas personas hacia el "mundo de la salud" debido a sus características de ser fácil de hacer, natural y suave, y tener un fuerte sentido de ritual. Especialmente impulsado por las plataformas sociales, la promoción de varios tipos de bebidas de té aparece constantemente, desde "beber té de dátiles rojos y longan para tonificar la energía y nutrir la sangre", hasta "beber té de diente de león para proteger el hígado y desintoxicar", y "beber té de hojas de morera para reducir el azúcar y la presión arterial", "beber té de crisantemo y goji para mejorar la vista y calmar la mente", esta información se difunde rápidamente de manera fragmentada.

Las personas tienden a creer que "lo natural es seguro", pensando que las plantas en el té no tienen efectos secundarios, se pueden consumir a largo plazo y tienen una función compuesta de "ajustar la constitución". Especialmente para los trabajadores de oficina, personas con salud subóptima y ancianos, una olla diaria de "té de fórmula exclusiva" parece haberse convertido en una inversión en salud de bajo costo y alto retorno.

Sin embargo, detrás de esta idea de "cuanto más se bebe, mejor" y "mezclar libremente", se esconden riesgos potenciales como ingredientes desconocidos, dosis descontroladas y confusión de propiedades medicinales. Sin un conocimiento adecuado y orientación profesional, la eficacia del té de salud hecho en casa puede ser sobreestimada, mientras que los riesgos son ignorados.

¿Pueden los componentes activos en el "té de hierbas" realmente tener efecto?

Muchos tés de salud se les atribuyen funciones farmacológicas, basándose en la existencia de ciertas sustancias activas en los componentes vegetales que contienen. Pero si estos efectos pueden ser realmente absorbidos por el cuerpo humano y producir los resultados esperados depende de varios factores:

Baja tasa de disolución:

La tasa de disolución de los componentes efectivos (como flavonoides, polifenoles, alcaloides) en la mayoría de las plantas en agua caliente no es alta. Tomando el goji como ejemplo, los polisacáridos de goji que contiene solo pueden disolverse en aproximadamente un 20% a 30% en agua, y deben ser empapados a más de 80°C durante un tiempo prolongado para mostrar algún efecto. Sin embargo, los usuarios a menudo simplemente lo preparan durante unos minutos antes de beber, y la cantidad real absorbida está muy por debajo de la dosis utilizada en investigaciones farmacológicas.

Dosis insuficiente:

Tomando el diente de león como ejemplo, hay literatura que indica que sus hojas secas tienen cierto efecto antibacteriano y protector del hígado in vitro, pero la dosis del extracto utilizado en los estudios es mucho mayor que la de 1 a 3 gramos que se usa normalmente para preparar té. Los consumidores comunes ingieren muy poco a diario, casi imposible de alcanzar el nivel de intervención farmacológica.

Grandes diferencias individuales:

Diferentes grupos de personas reaccionan de manera diferente a los componentes vegetales. Por ejemplo, las personas con alergias al polen pueden experimentar erupciones cutáneas, dificultad para respirar y otras reacciones alérgicas al consumir tés que contienen crisantemo, flor de saúco, rosa, entre otros. Las personas con insuficiencia hepática o renal pueden tener una capacidad de metabolismo reducida para ciertos componentes, lo que puede llevar a efectos acumulativos.

Por lo tanto, "la existencia de componentes efectivos" no equivale a "beber té es efectivo", y no se puede equiparar directamente con "tener efectos terapéuticos".

¿Qué riesgos potenciales se esconden en el té de salud mezclado?

Una práctica común es: mezclar libremente varias flores, hierbas y frutas, incluso ajustar arbitrariamente según el "frío", "humedad y calor", "deficiencia de energía", etc. A primera vista, esto parece ser "personalizado", pero en realidad puede constituir un "conflicto de ingredientes".

Las propiedades medicinales de las plantas pueden anularse o superponerse:

Por ejemplo, tanto las hojas de morera como la menta son frías, si se combinan con crisantemo y flor de saúco, los componentes fríos se superponen, lo que puede causar diarrea y distensión abdominal en personas con deficiencia de bazo y estómago; por el contrario, los dátiles rojos, longan y longan son todos tonificantes, si se consumen en grandes cantidades cuando hay humedad y calor en el cuerpo, pueden provocar fiebre, úlceras bucales, insomnio, etc.

“Medicamentos y alimentos de la misma fuente” no significa “completamente no tóxicos”:

Por ejemplo, la regaliz, aunque común en las bebidas de té, contiene glicirricina, y el consumo a largo plazo en grandes cantidades puede causar "aumento falso de aldosterona", lo que lleva a retención de sodio, edema, hipopotasemia e incluso arritmias. En medicina, la dosis de regaliz se controla estrictamente.

El "té de salud" mal utilizado se convierte en "té medicinal":

Por ejemplo, el "té para la presión arterial" a menudo contiene gynostemma, hojas de morera y hojas de robur, estos componentes tienen un ligero efecto sobre la presión arterial, pero una combinación inadecuada o el consumo excesivo pueden causar fluctuaciones excesivas en la presión arterial, especialmente para aquellos que ya están tomando medicamentos antihipertensivos, lo que puede llevar a riesgos de hipotensión y desmayos.

Los efectos tóxicos y secundarios son subestimados:

Las plantas comúnmente utilizadas como el durazno de cinco dedos, la raíz de tierra y la hierba de verano son hierbas tradicionales, pero algunas no han sido procesadas de manera estandarizada o su origen es desconocido, y los residuos de sus componentes tóxicos pueden causar carga en el hígado y los riñones, e incluso provocar daño hepático.

Casos reales como advertencia:

Una mujer de mediana edad en Guangdong bebía diariamente un "té desintoxicante" hecho de diente de león, verdolaga, semillas de cassia y goji, y después de tres meses, experimentó diarrea persistente y aumento de las enzimas hepáticas, siendo diagnosticada con daño hepático inducido por medicamentos, confirmándose posteriormente que fue causado por la ingesta a largo plazo de ciertos componentes hepatotóxicos de las plantas.

Beber té ≠ "curar enfermedades", la promoción de efectos debe ser cautelosa ante exageraciones

Un problema destacado en el mercado de tés de salud actualmente es: la proliferación de etiquetas funcionales y la ambigüedad en la descripción de efectos. Por ejemplo:

“El té de crisantemo puede limpiar el hígado y mejorar la vista, aliviando la fatiga visual”;

“El té de flor de saúco puede desintoxicar y embellecer la piel, reducir el calor y aliviar la fiebre”;

“El té de hojas de loto y espino puede reducir la grasa y adelgazar”;

“El té Oolong puede reducir la grasa y regular el azúcar en sangre”.

Estas afirmaciones, aunque parecen "científicas", se basan en gran medida en experimentos con animales, estudios de pequeña muestra o resúmenes de experiencias de medicina tradicional china, careciendo de evidencia clínica de gran muestra y doble ciego.

Incluso si algunos componentes muestran cierta actividad en experimentos in vitro, no significa que el consumo diario logre el mismo efecto. La diferencia clave entre alimentos y medicamentos radica en que: los alimentos enfatizan "ingesta segura y sostenible", mientras que los medicamentos enfatizan "eficacia y efectos secundarios controlables".

Cuando las bebidas son malinterpretadas como "con funciones terapéuticas", es fácil que surjan consecuencias como "beber té en lugar de ver al médico" y "retrasar la enfermedad". Especialmente para enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, hígado graso, insomnio, gota, etc., si los usuarios dependen únicamente de las bebidas de té para el ajuste, sin intervención médica regular, a largo plazo, los daños no deben subestimarse.

Beber té debe basarse en la constitución, la temporada y el historial médico

Los tés de salud no son completamente inútiles, su valor radica en el ajuste, la asistencia y el cuidado diario. Pero sus principios de combinación deben seguir principios científicos e individualizados:

Coincidencia de constitución:

Las personas con deficiencia de yang y que temen al frío no deben beber tés fríos (como menta, crisantemo, hojas de morera);

Las personas con deficiencia de yin y que tienen calor no deben beber frecuentemente tés tonificantes (como longan, dátiles rojos, goji);

Las personas con fuego hepático activo pueden beber moderadamente rosa, jazmín y crisantemo para regular las emociones.

Adaptación estacional:

En primavera, es adecuado para suavizar el hígado (rosa, menta);

En verano, es adecuado para eliminar el calor y refrescar (flor de saúco, té verde, hojas de loto);

En otoño, es adecuado para nutrir los pulmones y humedecer la sequedad (lirio, peras secas, ophiopogon);

En invierno, es adecuado para calentar el yang y tonificar la energía (longan, dátiles rojos, jengibre).

Revisión del historial médico:

Las personas con enfermedades crónicas o que toman medicamentos deben consultar a un médico antes de elegir bebidas de té, para evitar que los componentes interfieran con la eficacia del medicamento;

Las mujeres embarazadas y en período de lactancia no deben consumir componentes que actúan sobre la sangre y tienen efectos laxantes, como el almizcle, el espino y las semillas de cassia;

Las personas con enfermedades gástricas o insuficiencia renal deben evitar tés de plantas que sean irritantes o diuréticos fuertes.

Práctica recomendada:

Si realmente hay una necesidad de ajustar la salud a través del té, se sugiere consultar a un nutricionista registrado o a un médico de medicina tradicional china, para aclarar la constitución individual y los objetivos de salud, y luego formular una receta personalizada, sin confiar ciegamente en recomendaciones de influencers o "recetas de té universales".

Regresar a la esencia del té, establecer una visión racional de "salud a través del té"

El té es, en esencia, una forma de beber agua. El agua limpia, tibia, rica en polifenoles o aromática, puede efectivamente aliviar las emociones, aumentar la ingesta de agua y ayudar al metabolismo. Si se puede añadir hierbas, flores y hojas bien combinadas sobre esta base, su valor para la salud es indiscutible.

Pero debemos ser más conscientes de:

El té no es un medicamento, no puede reemplazar el tratamiento;

El té tampoco es agua, no se puede consumir sin moderación;

Los componentes del té son complejos, no se puede "beber cuando se quiere" o "mezclar libremente";

Los efectos del té son limitados, deben combinarse con intervenciones en el estilo de vida y orientación médica.

La clave para la salud radica en el conocimiento científico, la ejecución continua y el equilibrio integral, y no en depender de una "receta mágica". Cuando transformamos la salud de "superstición" a "práctica racional", el té realmente regresa a su calidez y tranquilidad originales.

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