El chikungunya en Guangdong es solo un reflejo

A partir de junio de 2025, varias localidades de Guangdong han reportado casos de infección local por chikungunya. Esta es una enfermedad febril viral causada por el virus chikungunya, cuyos síntomas incluyen fiebre alta, erupciones cutáneas, dolor de cabeza y dolor articular intenso, que en casos severos puede durar semanas o incluso meses. Aunque la tasa de mortalidad es baja, su contagiosidad y el grado de sufrimiento no deben ser ignorados.

Esta enfermedad fue descubierta por primera vez en 1952 en Tanzania, y el nombre "Chikungunya" en el idioma local significa "la enfermedad que hace que el cuerpo se curve", describiendo de manera gráfica la postura de los pacientes que caminan encorvados debido al dolor articular. Se transmite principalmente a través de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, que están ampliamente distribuidos en la región de Guangdong, siendo más comunes en áreas urbanas con agua estancada.

La epidemia actual en Guangdong no es la primera vez que aparecen casos relacionados, pero los signos de transmisión local indican que el virus puede haber superado la barrera de "importación". Esto también recuerda a la gente que los virus transmitidos por mosquitos ya no son enfermedades tropicales lejanas, se han convertido en una amenaza real a nuestro alrededor.

Este evento no solo es una advertencia para el sistema de salud pública, sino que también nos lleva a reflexionar: ¿qué enfermedades y desastres profundos han traído los mosquitos a lo largo de la historia humana?

La malaria: la "plaga del emperador" que ha sido difícil de erradicar durante miles de años

La malaria es uno de los representantes más antiguos y destructivos de las enfermedades transmitidas por mosquitos. Es una enfermedad parasitaria causada por el Plasmodium, que se transmite a través de mosquitos del género Anopheles. Los síntomas incluyen fiebre periódica, escalofríos, dolor de cabeza y anemia, y en casos severos puede llevar a complicaciones cerebrales e incluso a la muerte.

Algunos académicos especulan que ya había rastros de malaria durante la época de los faraones en el antiguo Egipto. El padre de la medicina griega, Hipócrates, también describió los síntomas de la "fiebre intermitente". En China, también se pueden encontrar descripciones similares en el "Tratado de enfermedades febril" de la dinastía Han del Este.

Más importante aún, la malaria no se limita a la historia médica, ha influido profundamente en la política y la guerra. Parte de la razón del fracaso de Napoleón en su expedición a África fue la devastación de la malaria; el primer intento de Estados Unidos de construir el Canal de Panamá también fue frustrado por la malaria y la fiebre amarilla provocadas por los mosquitos.

Incluso en condiciones médicas modernas, la malaria sigue siendo un gran desafío para la salud pública global. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2023 hubo aproximadamente 240 millones de casos de malaria en todo el mundo, causando más de 600,000 muertes, la gran mayoría de las cuales se concentraron en África subsahariana.

Aunque las vacunas, los medicamentos y las medidas de control de plagas han avanzado, la malaria aún no ha desaparecido por completo de la Tierra debido a la fuerte capacidad de adaptación de los mosquitos y el creciente problema de la resistencia a los medicamentos. Esta es también la razón por la que los mosquitos siempre han sido considerados el "número uno enemigo" de la salud humana.

Fiebre amarilla y dengue: asesinos invisibles en el proceso de urbanización

Si la malaria prevalece en sociedades agrícolas, la fiebre amarilla y el dengue son nuevas "enfermedades acompañantes" en el proceso de urbanización moderna.

La fiebre amarilla es una fiebre hemorrágica viral aguda causada por el virus de la fiebre amarilla, que apareció por primera vez en África y luego llegó a América del Sur a través del comercio de esclavos. Durante el período de expansión colonial en los siglos XVIII y XIX, la fiebre amarilla causó muertes masivas en puertos como La Habana y Nueva Orleans. Se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, tiene una alta tasa de mortalidad, y algunos pacientes graves pueden presentar ictericia, hemorragias internas e incluso fallo orgánico.

De manera similar, el dengue es la enfermedad viral transmitida por mosquitos más ampliamente distribuida en la actualidad. Causada por el virus del dengue, se transmite a través de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Los pacientes experimentan fiebre alta, erupciones cutáneas y dolor articular, y los casos graves pueden presentar fiebre hemorrágica del dengue y síndrome de shock por dengue.

La propagación del dengue está estrechamente relacionada con el desarrollo urbano moderno. Los recipientes de agua estancada, los platos de macetas y los materiales de construcción desechados pueden convertirse en criaderos de mosquitos. Debido a su rápida propagación, síntomas complejos y la falta de tratamientos específicos, el dengue se ha convertido en un importante problema de salud pública que afecta a muchos países en Asia y América Latina cada año.

En los últimos años, las ciudades del sur de China también han experimentado brotes de dengue. Por ejemplo, en 2014, Guangzhou reportó más de 40,000 casos de dengue, estableciendo un nuevo récord histórico. Esto indica que, en el contexto del calentamiento climático y la expansión urbana, los virus transmitidos por mosquitos están "migrando" hacia el norte.

Virus del Nilo Occidental y virus del Zika: de "enfermedades exóticas" a alarma global

Además de las enfermedades tradicionales, en los últimos años algunos virus emergentes también han entrado en el foco de atención global debido a la transmisión por mosquitos. Entre los más representativos están el virus del Nilo Occidental y el virus del Zika.

El virus del Nilo Occidental inicialmente solo circulaba en África y Oriente Medio, pero se expandió rápidamente después de ser descubierto en Estados Unidos en 1999. Se transmite a través de mosquitos del género Culex, y su hospedador principal son las aves, aunque los humanos pueden ser "dañados por error" tras ser picados por mosquitos. La mayoría de los infectados no presentan síntomas, pero algunos pueden desarrollar complicaciones graves como meningitis y encefalitis, e incluso la muerte.

El impacto del virus del Zika es aún más social. Este virus era relativamente "benigno" en África, pero tras un brote masivo en Brasil en 2015, se descubrió que estaba estrechamente relacionado con la microcefalia en recién nacidos. Este hallazgo sorprendió al mundo y convirtió al virus del Zika en una emergencia de salud pública.

Los mosquitos que transmiten el virus del Zika son también Aedes aegypti, que comparten "medios de transporte" con el dengue, la fiebre amarilla y el chikungunya. Estos mosquitos son activos durante el día, prefieren habitar en áreas urbanas y tienen una rápida tasa de reproducción. Su distribución global también se está expandiendo, lo que aumenta el potencial de propagación de estos virus.

El brote del virus del Zika no solo cambió la percepción de la gente sobre los "virus transmitidos por mosquitos", sino que también impulsó a varios países a establecer políticas más estrictas de control de mosquitos y advertencias de viaje.

Factores ecológicos y sociales detrás del "animal más mortal"

Al discutir las enfermedades transmitidas por mosquitos, no se puede ignorar la compleja interacción entre la capacidad de adaptación de los mosquitos en el ecosistema y las actividades humanas.

Actualmente existen alrededor de 3,500 especies de mosquitos conocidas en el mundo, de las cuales las que transmiten enfermedades humanas se concentran principalmente en los géneros Anopheles (malaria), Culex (encefalitis japonesa, virus del Nilo Occidental) y Aedes (dengue, Zika, fiebre amarilla). Las razones por las que estos mosquitos son difíciles de controlar incluyen:

Ciclo de reproducción corto: se completa en 7 a 10 días;

Diversidad de lugares de cría: incluso el agua estancada en tapas de botellas puede ser un lugar de oviposición;

Diversidad de horarios de actividad: algunos son nocturnos, otros activos durante el día;

La ecología urbana favorece su supervivencia: altas temperaturas, alta humedad y densidad de edificios.

Al mismo tiempo, el comportamiento humano también proporciona un terreno fértil para la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos:

Viajes y comercio globales frecuentes: los virus pueden "viajar al extranjero" en cuestión de horas;

Rápido avance de la urbanización pero con infraestructura rezagada: sistemas de drenaje deficientes y abundante agua estancada;

Calentamiento climático: ha aumentado la eficiencia de reproducción de los mosquitos y ha ampliado las áreas adecuadas.

Por ejemplo, en los últimos años, algunos estudios han señalado que, a medida que las temperaturas estivales en algunas ciudades del norte de China han aumentado, el rango de actividad de los mosquitos Aedes ha ido desplazándose gradualmente hacia el norte hasta la cuenca del río Amarillo. Esto significa que enfermedades como el dengue y el chikungunya, que originalmente eran "enfermedades del sur", también podrían convertirse en un desafío de salud pública en el norte.

Experiencias históricas y direcciones futuras en el control de mosquitos

En la larga lucha entre los humanos y los mosquitos, los métodos de control han evolucionado desde el aislamiento físico primitivo hasta el control integral actual. La experiencia histórica muestra que un solo método es difícil de tener éxito, y la gestión integral es el camino correcto.

Gestión ambiental: eliminar recipientes de agua estancada y mantener el drenaje despejado es el método más básico y efectivo.

Control químico: uso de insecticidas, espirales para mosquitos, y matamoscas eléctricos, pero enfrentando el riesgo de resistencia a los medicamentos.

Control biológico: introducir peces que comen mosquitos y liberar machos portadores de Wolbachia para interrumpir la reproducción.

Desarrollo de vacunas: como la vacuna contra la fiebre amarilla que ya está madura, pero las vacunas contra el dengue, Zika y chikungunya aún están en desarrollo.

Por ejemplo, en 2023, Singapur lanzó un plan de "escuelas sin mosquitos", transformando los desagües en canales cerrados y colocando regularmente gránulos para matar larvas, reduciendo significativamente la tasa de incidencia del dengue.

Asimismo, en 2024, la ciudad de Foshan en Guangdong, China, inició un proyecto piloto utilizando el método de "mosquito contra mosquito" liberando machos portadores de Wolbachia para reducir la tasa de fecundidad de Aedes albopictus, mostrando buenos resultados preliminares.

Estas exploraciones no solo reflejan el progreso de la tecnología en la lucha contra la naturaleza, sino que también nos advierten: la línea de defensa de la salud pública de la sociedad humana requiere inversión a largo plazo, cooperación interdisciplinaria y participación de toda la población.

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