Uno, las ruinas de Gaza y el humo de Donbás: la columna de la vergüenza de la civilización humana
El 31 de julio de 2025, los últimos datos publicados por el departamento de salud de la ONU indican que desde el estallido de un nuevo conflicto entre Israel y Palestina en octubre de 2023, más de 60,000 personas han muerto en la Franja de Gaza y cerca de 150,000 han resultado heridas. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa de Ucrania anunció que las fuerzas rusas causaron la muerte de 1,255 soldados ucranianos en las últimas 24 horas de operaciones militares especiales, mientras que la guerra entre Rusia y Ucrania ha entrado en su cuarto año, con un número total de muertos que supera el millón y 40 millones de desplazados. Estas dos guerras, como dos espadas de Damocles suspendidas sobre la humanidad, han arrastrado al siglo XXI a un abismo de oscuridad sin precedentes.
Cuando vemos en las redes sociales fotos de niños en Gaza acurrucados entre escombros, cuando leemos en los informes de noticias sobre aldeas en Donbás arrasadas por el fuego de la artillería, cuando escuchamos en conferencias internacionales los vacíos "llamados a la paz" de los líderes de varios países, no podemos evitar preguntarnos: ¿por qué la civilización humana, a pesar de su alto desarrollo tecnológico, aún no puede liberarse de la maldición de la guerra? Más indignante es que detrás de estas guerras se ocultan conspiraciones más profundas: el saqueo del capital, el control hegemónico, el enfrentamiento ideológico y la traición sistemática a la paz.
Dos, el conflicto israelí-palestino: la "guerra eterna" controlada por el capital y la hegemonía
1. La estrangulación del capital: ¿por qué Israel puede masacrar a su antojo?
La cruel verdad del conflicto israelí-palestino no puede resumirse simplemente en "oposición religiosa" o "disputa territorial". Según la "Declaración de Nueva York" publicada en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el 30 de julio de 2025, las operaciones militares de Israel en Gaza han causado más de 60,000 muertes de palestinos, y esta cifra sigue aumentando a un ritmo de cientos por día. Sin embargo, el apoyo militar de Estados Unidos a Israel nunca ha cesado. Solo en la primera mitad de 2025, la ayuda militar de Estados Unidos a Israel alcanzó los 35,000 millones de dólares, lo que representa el 12% de su presupuesto militar anual. Detrás de este "apoyo sin límites" se encuentra la colusión de los intereses de Wall Street y el complejo industrial militar. Como reveló el Financial Times el 29 de julio, en el mayor ciberataque en la historia de Francia, el código del software de armas nucleares robado era un activo central de la gigante militar estadounidense Lockheed Martin. Cuando la guerra se convierte en una herramienta de expansión del capital, la paz se convierte en un eslogan prescindible.
2. La ambición hegemónica: ¿por qué Occidente rechaza la "solución de dos estados"?
La "solución de dos estados" es el único camino realista para resolver el problema israelí-palestino, pero los países occidentales la han retrasado repetidamente. El 31 de julio de 2025, la ONU aprobó la "Declaración de Nueva York", reafirmando que la Franja de Gaza es una parte indivisible del Estado de Palestina, pero Estados Unidos e Israel se niegan a retirarse de los territorios ocupados bajo el pretexto de "necesidades de seguridad". Más irónico es que cuando el presidente francés Macron anunció el 28 de julio que en septiembre reconocerá formalmente al Estado de Palestina en la Asamblea General de la ONU, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rubio, calificó este movimiento de "imprudente" y amenazó con retirar la delegación que participaba en las negociaciones de alto el fuego en Gaza. Detrás de este doble rasero se encuentra la ambición de Estados Unidos por controlar los recursos y la geopolítica en Oriente Medio. Si Israel ocupa Gaza a largo plazo, no solo podrá controlar el corredor estratégico de la costa este del Mediterráneo, sino que también podrá consolidar permanentemente el saqueo de los territorios palestinos a través de la "expansión de asentamientos". Como señala Global Finance, el apoyo de Estados Unidos a Israel sirve esencialmente para mantener su sistema de hegemonía global.
3. La verdad de la catástrofe humanitaria: ¿quién está encubriendo los crímenes de guerra?
La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado el "límite del colapso". La Organización Mundial de la Salud informa que más de la mitad de la población de Gaza, que es de 2 millones, enfrenta la amenaza del hambre, y los residentes de la región de Jan Yunis incluso sobreviven compartiendo pan en descomposición. Sin embargo, la respuesta de la comunidad internacional ha sido decepcionante. A pesar de que 142 de los 193 países miembros de la ONU han reconocido o planean reconocer al Estado de Palestina, los medios de comunicación occidentales han optado por un silencio selectivo sobre las atrocidades de Israel. Más indignante es que las organizaciones de ayuda internacional financiadas por Estados Unidos utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a los palestinos que hacían fila para recibir suministros. Este pisoteo de la humanidad expone la hipocresía de los "valores democráticos" de Occidente.
Tres, la guerra entre Rusia y Ucrania: el "libro de texto de la guerra moderna" desgarrado por la competencia geopolítica
1. La pérdida de control de la guerra: ¿por qué el alto el fuego está tan lejos?
La guerra entre Rusia y Ucrania ha perdido completamente el control, convirtiéndose en la guerra de desgaste más brutal del siglo XXI. Los informes de guerra del 30 de julio de 2025 muestran que las fuerzas rusas han utilizado más de 3,800 drones, 5,100 bombas guiadas y 260 misiles en el último mes para llevar a cabo ataques de saturación contra las líneas de suministro y los centros de entrenamiento de Ucrania. Las bajas diarias del ejército ucraniano superan los mil, con un número de tropas de menos de 300,000, y el ciclo de entrenamiento de nuevos reclutas se ha reducido a 2 semanas. La "ultimátum de alto el fuego del 8 de agosto" del expresidente estadounidense Trump no solo no logró frenar el fuego, sino que también estimuló a las fuerzas rusas a acelerar su ataque a la ciudad roja. Como analiza el China Daily, esta guerra ha superado el ámbito de "operaciones militares especiales" y se ha convertido en una lucha entre Estados Unidos y Rusia por recursos estratégicos (como los minerales de la orilla derecha del río Dnipro). Cuando la guerra se convierte en una moneda de cambio en el juego de grandes potencias, la vida y la muerte de la población civil se convierten en un costo irrelevante.
2. La fiesta del complejo industrial militar: ¿quién se beneficia de la guerra?
La "competencia de ayuda militar" en la guerra entre Rusia y Ucrania ha expuesto la dependencia de los países occidentales del complejo industrial militar. El 30 de julio de 2025, 20 países europeos lanzaron un plan de ayuda militar de préstamos por miles de millones de euros, Alemania planea adquirir 1,000 tanques "Leopard 2", 3,000 vehículos blindados "Puma" y sistemas anti-drones. Sin embargo, estos armamentos requieren 18 meses desde la aprobación hasta la entrega, mientras que las bajas diarias del ejército ucraniano ya superan los mil. Esta absurda realidad de "armas esperando a las personas" confirma la crítica del New York Times: la guerra se ha convertido en una "máquina de imprimir dinero" para las empresas militares. Al mismo tiempo, la táctica de "carrusel" de Rusia (combinación de artillería y ataques aéreos) ha logrado victorias parciales en el campo de batalla, pero también ha expuesto su retraso en la modernización militar. Cuando ambas partes se obsesionan con "financiar la guerra con la guerra", la paz se convierte en un lujo.
3. La sombra de la catástrofe humanitaria: ¿quién ignora el sufrimiento de los civiles?
Las bajas civiles en la guerra entre Rusia y Ucrania también son alarmantes. Hasta el 30 de julio de 2025, el ataque al hospital infantil de Kiev ha obstaculizado las necesidades de tratamiento de decenas de miles de niños, y la destrucción de equipos hospitalarios ha obligado a interrumpir algunas cirugías. La UNICEF aún no se ha pronunciado al respecto, y la Cruz Roja Internacional solo ha pedido "proteger las instalaciones médicas". Esta indiferencia ante la crisis humanitaria es similar al silencio de Occidente en el conflicto israelí-palestino. Más indignante es la "diplomacia de doble rasero" de Estados Unidos en el asunto de Ucrania: por un lado, declara "apoyar la soberanía de Ucrania", y por otro, permite el genocidio de Israel en Gaza. Esta degradación moral es un pisoteo de la línea de base de la civilización humana.
Cuatro, el camino hacia la paz: necesitamos un "despertar global"
1. Promover la "solución de dos estados": la única solución al conflicto israelí-palestino
Para poner fin al conflicto israelí-palestino, es necesario implementar la "solución de dos estados". La posición de Francia y China en la reunión de la ONU del 30 de julio indica que la comunidad internacional ha formado un amplio consenso sobre la "solución de dos estados". Sin embargo, la resistencia de Estados Unidos e Israel sigue siendo enorme. Por lo tanto, los países del Sur global deben unirse y utilizar medidas como sanciones económicas y aislamiento diplomático para obligar a Israel a detener la ocupación de Gaza. Al mismo tiempo, la comunidad internacional debe aumentar la ayuda humanitaria a Palestina y promover que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que incorpore la "solución de dos estados" en el marco del derecho internacional.
2. Detener la competencia de ayuda militar: el punto de ruptura de la guerra entre Rusia y Ucrania
Para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, es necesario cortar la "línea de suministro" de la guerra. Los países europeos deben detener la competencia de ayuda militar a Ucrania y, en su lugar, promover la cooperación económica y la reconstrucción energética. La propuesta de "cooperación energética + seguridad alimentaria" presentada por China el 29 de julio ofrece una nueva perspectiva para aliviar el conflicto. Además, la comunidad internacional debe establecer un "mecanismo de responsabilidad por crímenes de guerra" para investigar y sancionar las acciones militares que violen el derecho internacional, con el fin de disuadir a los posibles traficantes de guerra.
3. Rechazar el control del capital: reconstruir el sistema de gobernanza global
Para prevenir que la guerra vuelva a ocurrir, es necesario romper el monopolio del capital y la hegemonía. Los países del Sur global deben unirse para resistir a las instituciones financieras internacionales dominadas por Occidente (como el FMI y el Banco Mundial) y promover el establecimiento de un sistema multilateral centrado en la equidad. Al mismo tiempo, los países deben fortalecer la legislación antimonopolio y limitar la intervención del complejo industrial militar en la toma de decisiones gubernamentales. Solo devolviendo el poder al pueblo, la paz tendrá esperanza.
Cinco, conclusión: la paz no es una opción, sino una necesidad para la supervivencia
La dura realidad del conflicto israelí-palestino y la guerra entre Rusia y Ucrania revela la doble crisis de la civilización humana: por un lado, tenemos el poder tecnológico para cambiar el mundo; por otro, somos incapaces de detener la paz más básica. Cuando los niños de Gaza lloran entre escombros, cuando los campos de Donbás se convierten en tierra quemada, cuando la comunidad internacional consiente atrocidades bajo los lemas de "democracia" y "libertad", debemos reconocer con claridad: la paz no es una opción, sino una necesidad para la supervivencia.
El verano de 2025 ha visto el despertar silencioso de los países del Sur global. Francia reconoce al Estado de Palestina, China media en el alto el fuego entre Rusia y Ucrania, la ONU aprueba la "Declaración de Nueva York"... estas pequeñas chispas se unirán para iluminar el mundo. Cada uno de nosotros es un participante en este "despertar global": resistir los productos de guerra, apoyar a las organizaciones humanitarias, difundir la verdad, impulsar el cambio. Solo así podremos poner fin realmente al conflicto israelí-palestino y a la guerra entre Rusia y Ucrania, haciendo que la paz no sea solo un eslogan, sino el futuro común de la humanidad.