La doble perspectiva de la narrativa colonial

"Assassin's Creed 3" se desarrolla en el contexto de la Guerra de Independencia de Estados Unidos, abarcando desde la Guerra Franco-India de 1754 hasta la firma del Tratado de París en 1783, cubriendo eventos históricos clave como el Boston Tea Party y la Batalla de Bunker Hill. A través de las aventuras de Connor, el juego coloca a los jugadores en medio de las múltiples oposiciones entre colonos y la Corona británica, nativos y forasteros. El núcleo de la narrativa colonial radica en la búsqueda de la libertad: los colonos americanos se rebelan contra la opresión fiscal británica, gritando el lema "sin representación no hay impuestos", intentando establecer un país independiente. Sin embargo, esta "libertad" en el juego no es un ideal único, sino que está llena de contradicciones y costos.

Connor, como un asesino, leal a la organización de los Asesinos, persigue una idea de libertad que trasciende las facciones políticas. Sus acciones apoyan tanto el movimiento de independencia de las colonias como revelan la hipocresía dentro de la revolución. Por ejemplo, el juego no escatima en críticas hacia los "patriotas": levantan la bandera de la libertad, pero son ciegos ante la esclavitud y no dudan en saquear las tierras de los nativos. Su mentor, Achilles, le advirtió que la victoria de la revolución no significaba la liberación de todos. Este diseño narrativo permite a los jugadores experimentar la pasión revolucionaria mientras se enfrentan a los efectos devastadores de la expansión colonial sobre los nativos.

Al mismo tiempo, el juego profundiza aún más la complejidad de la narrativa colonial a través de la eterna oposición entre los Asesinos y los Caballeros Templarios. Los Caballeros Templarios apoyan a la Corona británica en el juego, abogando por el orden y el control, mientras que los Asesinos representan la libertad y la voluntad individual. Sin embargo, el padre de Connor, Haytham Kenway, no es un villano simple; sus motivaciones e ideales también son persuasivos. Haytham cree que el caos en las colonias necesita un gobierno fuerte para mantener la estabilidad, una visión que contrasta marcadamente con los ideales de Connor. El juego no presenta a ninguna de las partes como absolutamente justas, sino que a través del conflicto padre-hijo entre Connor y Haytham, muestra el dilema filosófico de la libertad y el orden en un contexto colonial.

Una presentación única de la perspectiva nativa

La identidad mohawk de Connor es el elemento más innovador de la narrativa de "Assassin's Creed 3". Como mestizo, no pertenece completamente al mundo de los colonos ni se integra del todo en la cultura nativa. Esta ruptura de identidad lo convierte en una metáfora típica de la "hibridación" en la teoría postcolonial. La aldea de Connor es destruida por los colonos al principio del juego, obligándolo a embarcarse en un camino de venganza y redención. Su historia no solo es un crecimiento personal, sino también un reflejo de la lucha de los nativos por sobrevivir en medio de la ola colonial.

El juego presenta la cultura nativa con gran atención. La lengua, vestimenta y rituales de los mohawk se muestran con detalle, y los jugadores pueden experimentar el estilo de vida nativo a través de las misiones en la aldea de Connor. Sin embargo, esta presentación no está exenta de controversia. Algunos jugadores y críticos señalan que el juego, al mostrar la cultura nativa, aún lleva un cierto grado de perspectiva de "otredad", sin poder liberarse completamente del marco narrativo occidental. Por ejemplo, las acciones de Connor son más por los ideales de la organización de los Asesinos que por el puro beneficio de los nativos, lo que hace que su identidad nativa a veces parezca funcional, al servicio de una narrativa colonial más grande.

A pesar de esto, la identidad mestiza de Connor aún ofrece a los jugadores una perspectiva única para reflexionar sobre la historia colonial. Su existencia desafía la narrativa histórica tradicional, recordando a los jugadores que la "libertad" de la Guerra de Independencia de Estados Unidos no es una victoria universal. Los nativos no solo no obtuvieron igualdad tras la revolución, sino que enfrentaron una mayor depredación de tierras y erosión cultural. A través de los ojos de Connor, el juego revela cómo el llamado "Nuevo Mundo" de los colonizadores se construyó sobre el sacrificio de los nativos. Esta elección narrativa, en cierta medida, resuena con la atención de la teoría postcolonial hacia los grupos marginales en la escritura de la historia.

La contradicción racial y de libertad en el postcolonialismo

La identidad mestiza de Connor no solo es el motor de la narrativa, sino también una metáfora para explorar la contradicción entre raza y libertad en la era postcolonial. En la teoría postcolonial, la independencia de las colonias no significa el fin del colonialismo, sino una reconfiguración de las estructuras de poder. La experiencia de Connor es un reflejo de este proceso. Se mueve entre colonos y nativos, siendo visto por los colonos como un "salvaje" y, debido a su identidad de asesino, distanciándose de la comunidad nativa. Su lucha por la libertad, por lo tanto, tiene un matiz trágico: no importa cuánto se esfuerce, la brecha colonial nunca se puede cerrar.

En el juego, Connor enfrenta repetidamente prejuicios raciales. Por ejemplo, los colonos desconfían de su identidad mohawk, y su interacción con figuras históricas como Washington está llena de barreras. Washington es retratado en el juego como un personaje complejo: es un símbolo de la revolución, pero su apoyo a la expansión territorial también conduce indirectamente al sufrimiento de los nativos. Esta reconfiguración de personajes históricos rompe el mito de la Guerra de Independencia de Estados Unidos como una lucha de "justicia pura", obligando a los jugadores a reflexionar sobre el significado de la "libertad" para diferentes grupos.

Al mismo tiempo, el juego profundiza en la contradicción entre raza y libertad a través de la relación padre-hijo entre Connor y Haytham. Haytham, como británico, representa el orden del sistema colonial, mientras que la ascendencia nativa de Connor simboliza la resistencia de los oprimidos. Su conflicto no solo es una lucha de ideas entre Asesinos y Caballeros Templarios, sino también una metáfora de colonialismo y anticolonialismo. Sin embargo, el juego no ofrece respuestas simples. Connor finalmente no logra realizar su mundo ideal de libertad, y la victoria de la revolución tampoco cambia el destino marginalizado de los nativos. Este final abierto permite a los jugadores sentir la complejidad de la era postcolonial: la realización de la libertad a menudo viene acompañada de nuevas injusticias.

Un contraste real de reinterpretación histórica

La narrativa de "Assassin's Creed 3" establece un diálogo interesante con la historia real de la Guerra de Independencia de Estados Unidos. La escritura histórica tradicional a menudo retrata la revolución americana como una victoria de la libertad y la democracia, pero en los últimos años, los historiadores han comenzado a reexaminar el legado colonial de este período. La perspectiva nativa ha sido gradualmente incorporada a la narrativa principal, revelando cómo la revolución aceleró la pérdida de tierras de los nativos. Por ejemplo, el Tratado de Delaware de 1778 prometió a los nativos ciertos derechos de autonomía, pero pronto fue violado, lo que llevó a grandes migraciones tribales.

El juego coincide en este punto con la reinterpretación histórica. La destrucción de la aldea de Connor y el desplazamiento de su gente son un reflejo de lo que los nativos enfrentaron en la historia. El juego también muestra a través de misiones secundarias la dependencia de la sociedad colonial en la esclavitud, insinuando las limitaciones de la "libertad". Esta revisión de la historia no es una simple crítica, sino una invitación a los jugadores a reflexionar: ¿libertad de quién? ¿A qué costo?

Al mismo tiempo, la representación de personajes históricos en el juego también es controvertida. Washington, Franklin y otros personajes tienen tanto un halo de héroe como defectos morales. Este enfoque ha generado un intenso debate entre los jugadores, algunos consideran que es demasiado "políticamente correcto", mientras que otros elogian su valentía para desafiar la narrativa tradicional. De cualquier manera, el juego, a través de la intersección de ficción y hechos, logra que los jugadores reflexionen sobre la complejidad de la historia mientras se divierten.

El apoyo narrativo del diseño del juego

El diseño de mundo abierto de "Assassin's Creed 3" proporciona un amplio escenario para el desarrollo de la narrativa colonial. Desde las bulliciosas calles de Boston hasta los vastos bosques de la frontera, los jugadores pueden explorar libremente los diversos paisajes de América del Norte en el siglo XVIII. El sistema de caza del juego y las misiones en el mar enriquecen aún más el contraste entre la identidad nativa de Connor y la vida colonial. Por ejemplo, las misiones de caza enfatizan la conexión de Connor con la naturaleza, mientras que las batallas navales muestran la dimensión global de la expansión colonial.

Además, las misiones secundarias y la recreación de eventos históricos también ofrecen a los jugadores una experiencia histórica más profunda. Por ejemplo, los jugadores pueden participar en el Boston Tea Party o luchar junto a personajes históricos en la Batalla de Lexington. Estas interacciones no solo aumentan la inmersión, sino que también permiten a los jugadores sentir de manera más intuitiva las contradicciones y tensiones de la sociedad colonial.

La apertura del cierre

"Assassin's Creed 3" combina con éxito la narrativa colonial y la reflexión postcolonial a través de la identidad mestiza de Connor y el contexto de la Guerra de Independencia de Estados Unidos. No solo es un juego altamente entretenido, sino también un texto profundo sobre la libertad, la identidad y la historia. La lucha de Connor no trae un final perfecto, pero es precisamente esta sensación de incompletud la que permite a los jugadores sentir el eco de las fracturas coloniales incluso después de que el juego ha terminado. Esta apertura narrativa es el atractivo único de "Assassin's Creed 3" dentro de la serie.

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