Clase de astronomía: mira hacia arriba y abre tu mente

Cuando estaba en primer año, elegí una introducción a la astronomía simplemente porque "mirar las estrellas" sonaba muy romántico. Sin embargo, la primera clase me dejó boquiabierto. El profesor no nos llevó a contar estrellas, sino que lanzó un montón de fórmulas, hablando de espectros, corrimiento al rojo y lentes gravitacionales de agujeros negros. ¿No entendiste? ¡No hay problema! Rápidamente cambió al modo de "Big Bang", usando animaciones para mostrar esa "fiesta cósmica" de hace 13.8 mil millones de años. Fue la primera vez que me di cuenta de que las estrellas no son solo pequeños bombillos que parpadean, sino que esconden los secretos de todo el universo.

La parte más interesante de esta clase fue que nos permitió "observar" el cielo estrellado usando un software de observatorio virtual. Recuerdo que una vez la tarea era encontrar la Gran Nebulosa de Orión, y esa nube de colores en la pantalla me hizo sentir como un explorador. Más tarde, el profesor organizó una actividad de observación fuera del campus, subimos a la cima de una montaña a medianoche, montamos un telescopio y ¡realmente vimos los anillos de Saturno! En ese momento, sentí que no estaba solo cumpliendo con créditos, sino dialogando con el universo. El encanto de las clases poco comunes radica en esto: no te obligan a memorizar, sino que despiertan tu curiosidad por lo desconocido. La clase de astronomía me hizo empezar a seguir las noticias de la NASA, y cuando navegaba por X, a menudo hacía clic en publicaciones sobre exoplanetas, incluso comencé a soñar con investigar vida extraterrestre en el futuro.

Un beneficio inesperado fue que esta clase me enseñó a "mirar hacia arriba". Normalmente, ocupado con tareas y mirando mi teléfono, la vida de una persona que baja la cabeza me hizo olvidar que sobre mi cabeza hay un vasto cielo estrellado. La clase de astronomía me recordó que el mundo es mucho más grande de lo que imagino, y de vez en cuando, mirar hacia arriba realmente puede ampliar mi perspectiva.

Psicología: desbloqueando el "código de trampa" del comportamiento humano

Otra clase optativa que me "enganchó" fue Fundamentos de Psicología. Elegí esta clase porque simplemente quería entender por qué mi compañero de cuarto siempre comía fideos instantáneos a medianoche y aún creía que estaba perdiendo peso. El contenido del curso superó completamente mis expectativas. La psicología no te enseña a "leer mentes", sino que te da un manual sobre el comportamiento humano. Desde sesgos cognitivos hasta psicología social, cada clase renovaba mi visión del mundo.

Por ejemplo, cuando se habló del "sesgo de confirmación", el profesor nos hizo un pequeño experimento: cada uno escribió algo en lo que más creía y luego trató de encontrar evidencia que lo refutara. ¿Y el resultado? Me di cuenta de que mi obsesión por ciertas cosas era completamente porque solo estaba dispuesto a ver información que apoyara mis creencias. Esto me hizo reflexionar, cuando navego por X, ¿también hago clic en publicaciones que coinciden con mis puntos de vista? La clase de psicología me hizo darme cuenta de que a veces el cerebro humano es un experto en "autoengaño".

En otra ocasión, el profesor habló sobre el "efecto espectador", que dice que en situaciones de emergencia, cuanto más personas hay, menos ayuda se ofrece. En ese momento pensé que era una tontería, hasta que un día vi en la cafetería a alguien caer y, a su alrededor, un montón de personas que no se acercaron a ayudar. Resulta que la psicología no es solo teoría, ¡realmente puede explicar fenómenos extraños en la vida! Esta clase me hizo comenzar a observar a las personas y cosas a mi alrededor, tratando de "decodificar" su comportamiento con el conocimiento que había adquirido. Por ejemplo, ¿por qué siempre hay personas en mi círculo de amigos que aman mostrar su amor? Puede que sea por "comparación social"; ¿por qué siempre procrastino en mis tareas? Puede estar relacionado con una baja "autoeficacia".

El mayor beneficio de la clase de psicología fue que me dio una mayor comprensión de la naturaleza humana y un poco más de tolerancia hacia mí mismo. Antes siempre pensé que mi procrastinación no tenía solución, pero al estudiar psicología, me di cuenta de que no es "pereza", sino una forma en que el cerebro combate el estrés. La maravilla de las clases poco comunes radica en que no solo te enseñan cosas nuevas, sino que también te permiten redescubrirte a ti mismo.

Antropología: de tribus antiguas a memes modernos

Si la clase de astronomía me hizo mirar hacia el cielo y la psicología me hizo mirar hacia adentro, la introducción a la antropología me llevó a través del tiempo y el espacio para volver a ver este mundo. Elegí esta clase simplemente porque su nombre sonaba genial, pensé que al aprenderla podría convertirme en un explorador como en "Indiana Jones". Sin embargo, el contenido del curso fue aún más emocionante que la película.

En la clase de antropología, hablamos desde los rituales de tribus antiguas hasta la cultura de memes de la sociedad moderna. El profesor es un gran narrador, y cuando habló sobre cómo las tribus de Papúa Nueva Guinea utilizan rituales para aliviar conflictos sociales, inmediatamente me vinieron a la mente las imágenes de las "guerras de teclado" en X. Resulta que los patrones de comportamiento humano a lo largo de miles de años no han cambiado mucho, solo han cambiado de plataforma. Al estudiar la "economía del regalo" en sociedades primitivas, comencé a reflexionar sobre por qué siempre hay personas en mi círculo de amigos que envían y reclaman sobres rojos; al aprender sobre el relativismo cultural, aprendí a no juzgar tan fácilmente el estilo de vida de los demás.

La tarea más interesante fue que nos pidieron analizar un "ritual" moderno. Elegí analizar la "cultura de la cancelación" en X. Desde la perspectiva de la antropología, descubrí que "cancelar" es un poco como el ritual de exilio de las tribus antiguas, ambos son para mantener las normas del grupo. Esto me dio una nueva comprensión de la cultura en línea y comencé a ver de manera más racional esas "controversias en tendencias". La clase de antropología me hizo darme cuenta de que el mundo no es blanco o negro, cada cultura y cada comportamiento tiene su lógica y su historia.

Apreciación de la música clásica: de "no entender" a "estar fascinado"

Finalmente, quiero hablar sobre una clase completamente inesperada: Apreciación de la música clásica. Cuando elegí esta clase, pensé que estaba loco, porque normalmente escucho música pop, y Bach y Mozart para mí eran solo "canciones de cuna". Pero esta clase cambió completamente mi perspectiva. El profesor es un anciano lleno de pasión, cada clase es como si dirigiera una sinfonía. No te hace memorizar la biografía de los compositores, sino que te hace "escuchar" la historia de la música.

En la primera clase, el profesor puso un fragmento de la "Quinta Sinfonía" de Beethoven, y esa melodía de "ta-ta-ta-tá" junto con su relato sobre cómo Beethoven compuso en medio de la sordera, me hizo sentir escalofríos. Más tarde, también aprendimos a "descomponer" una pieza musical, analizando su estructura, emociones y contexto histórico. Poco a poco, comencé a distinguir la grandeza de la música barroca, la pasión de la música romántica, e incluso pude diferenciar la "personalidad" de diferentes instrumentos.

El beneficio inesperado de esta clase fue que me enseñó a "ralentizarme". El ritmo de la vida moderna es demasiado rápido, navegando por X, viendo series, apresurándome con tareas, mi mente es como un motor que no para. La música clásica me enseñó a escuchar en silencio y sentir las emociones detrás de esas notas. Al escuchar a Tchaikovsky, podía imaginar su lucha interna; al escuchar a Debussy, sentía que estaba caminando entre las nubes. El encanto de las clases optativas radica en que no te obligan a "aprender", sino que te invitan a "sentir". Ahora, tengo una gran cantidad de listas de reproducción de música clásica en mi teléfono, y cada vez que estoy estresado, pongo un nocturno de Chopin y siento que toda mi persona se calma.

La magia de las clases poco comunes: encender la chispa del aprendizaje

El encanto de las clases optativas radica en que no tienen la presión de "deber aprender" como las clases obligatorias, sino que son como una aventura que te lleva a explorar lo desconocido. La clase de astronomía me hizo fascinarme por el universo, la psicología me enseñó a entenderme a mí mismo y a los demás, la antropología me mostró la diversidad cultural, y la apreciación de la música clásica me permitió descubrir otra forma de expresión de la belleza. Estas clases poco comunes son como un filtro que añade una capa a la vida universitaria, haciendo que todo sea más interesante y vibrante.

Más importante aún, estas clases me ayudaron a recuperar mi pasión por el aprendizaje. En la secundaria, estudiar era para los exámenes, y los cursos centrales de la universidad eran para obtener créditos, pero las clases optativas son diferentes, te hacen aprender de tal manera que olvidas el propósito de "aprender". Te emocionas por un nuevo punto de conocimiento, desvelas por un experimento interesante, y te sorprendes en una discusión en clase. Esta sensación es como cuando eras niño y descubriste por primera vez los colores del arcoíris, pura y hermosa.

Así que, si aún estás indeciso sobre qué clase elegir, considera probar esas que suenan "poco comunes". Puede que no te ayuden directamente a conseguir un trabajo, ni añadan una línea más a tu currículum, pero te darán sorpresas inesperadas. Tal vez sea un asombro bajo el cielo estrellado, tal vez una visión sobre la naturaleza humana, o tal vez una melodía que te haga sentir. Estos descubrimientos inesperados dejarán huellas brillantes en tus recuerdos universitarios.

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