En esta era de ansiedad y competencia, cada vez más personas comienzan a entrar en templos, a quemar incienso y a postrarse, pidiendo la bendición de Buda para obtener ascensos, aumentos salariales, matrimonios felices y hijos talentosos. Nos acostumbramos a "rezar a los dioses", deseando que una fuerza divina externa pueda cambiar nuestro destino. Pero, ¿alguna vez has pensado: la verdadera liberación nunca está frente a las estatuas de Buda rodeadas de humo de incienso, sino en lo más profundo de tu propio corazón?
En el budismo hay una sabiduría suprema llamada "conocimiento de la extinción de las fugas", que no te permite volar por los cielos o predecir el futuro, sino que te ayuda a eliminar por completo todos los apegos, la ira y la ignorancia, a no ser esclavo de las emociones, a no estar atrapado por las pérdidas y ganancias, y a no hundirte en el ciclo de renacimientos. Esta es la verdadera "superpoder" que el Buda experimentó y enseñó a los seres a realizar.
Hoy, profundizaremos en este logro supremo del budismo que la mayoría de la gente ignora: el conocimiento de la extinción de las fugas, y te diremos cómo las personas comunes pueden, a través de la práctica sistemática, avanzar paso a paso hacia la libertad total en su interior.
I. Detrás de "rezar a los dioses": ¿qué es lo que realmente estamos pidiendo?
Cada vez que llega el primer y el quince de cada mes, los templos están llenos de gente. Las personas vienen con deseos, ofreciendo frutas y flores, encendiendo tres varitas de incienso, y arrodillándose ante Buda en silencio, orando: "Bendíceme para que mi carrera sea exitosa", "Espero que mi hijo ingrese a una buena universidad", "Deseo que mi familia esté sana y a salvo"...
Este comportamiento es lo que comúnmente llamamos "rezar a los dioses". Desde una perspectiva cultural, es una parte importante de la fe popular; pero desde la perspectiva de las enseñanzas centrales del budismo, en realidad es solo una etapa inicial de la práctica, e incluso se puede considerar un "método conveniente" — una forma hábil de guiar a los seres hacia la entrada.
El Buda nunca afirmó ser un "dios todopoderoso" que puede otorgar bendiciones o eliminar desastres a voluntad. En el "Sutra de la Enseñanza a los Nuevos Monjes", dice claramente: "Tu verdadero refugio es tú mismo y la ley que practicas, no hay otro refugio." Esto significa que tu verdadero apoyo es tú mismo y la práctica del Dharma, no los dioses externos.
Entonces surge la pregunta: si no podemos depender de "rezar" para obtener liberación, ¿cuál es la verdadera salida?
La respuesta es: practicar, alcanzar el "conocimiento de la extinción de las fugas".
II. ¿Qué es el "conocimiento de la extinción de las fugas"? ¿Por qué es el más noble de los seis poderes sobrenaturales?
En el budismo, los practicantes pueden alcanzar seis tipos de habilidades extraordinarias, conocidas como "seis poderes":
- Poder de la mente: volar, atravesar paredes, dividirse, etc.
- Poder de la vista celestial: ver lo cercano y lo lejano, el día y la noche, el ciclo de la vida y la muerte, etc.
- Poder del oído celestial: escuchar sonidos lejanos y cercanos, incluidas las palabras de los dioses.
- Poder de la mente ajena: conocer lo que otros piensan en su interior.
- Poder del destino: conocer los eventos pasados de uno mismo y de los demás a través de muchas vidas.
- Conocimiento de la extinción de las fugas: eliminar todas las aflicciones y no volver a renacer.
Los primeros cinco poderes suenan como superpoderes de una novela de ciencia ficción, deseables para muchos. Pero el Buda repetidamente advirtió a sus discípulos: "No valoren los poderes sobrenaturales, sino valoren la extinción de las fugas".
Los primeros cinco poderes pueden ser adquiridos incluso por herejes, espíritus o incluso algunos animales (como dragones o yakshas) a través de la meditación o el karma. Pero el "conocimiento de la extinción de las fugas" es diferente: solo se puede alcanzar a través de la observación verdadera y la eliminación de la ignorancia y las aflicciones. Es la plenitud de la sabiduría, el signo de la liberación.
Una persona que puede volar y entrar en la tierra pero que aún está llena de avaricia y odio sigue sufriendo en el ciclo de renacimientos; mientras que un arhat que no tiene poderes sobrenaturales pero ya ha "extinguido las fugas", incluso si se encuentra en una habitación humilde, su corazón es tan puro y libre como la luna brillante, ya no está atado por el ciclo de la vida y la muerte.
Por lo tanto, el Buda dice: "El que tiene el conocimiento de la extinción de las fugas se llama verdadero santo."
III. ¿Qué son las "fugas"? ¿Por qué son peligrosas como "filtraciones"?
Para entender el "conocimiento de la extinción de las fugas", primero debemos comprender qué son las "fugas".
"Fuga" (sánscrito āsrava) significa "salida" o "filtración". En el budismo, se utiliza como metáfora para las aflicciones que son como agujeros en un recipiente, permitiendo que los méritos de la práctica se filtren continuamente, impidiendo que uno acumule los recursos para la liberación.
Las principales "fugas" son cuatro:
- Fuga del deseo: apego a los placeres sensoriales (como la buena comida, la belleza, el entretenimiento).
- Fuga de la existencia: apego a la existencia y la vida (miedo a la muerte, miedo a perder el yo).
- Fuga de la ignorancia: ignorancia de la verdad (no entender la impermanencia, el sufrimiento, el no-yo).
- Fuga de la visión: ideas erróneas (como pensar que "yo" es eterno, que el mundo es permanente).
Estas "fugas" nos llevan a crear karma y a impulsar el ciclo de renacimientos. Por ejemplo:
- Por avaricia, competimos y creamos karma de matar, robar, cometer adulterio y mentir;
- Por odio, dañamos a otros y creamos malas relaciones;
- Por ignorancia, nos aferramos al "yo" y caemos en el sufrimiento centrado en uno mismo.
Mientras haya "fugas", incluso si uno ha alcanzado una meditación profunda, una vez que la concentración se debilite, las aflicciones volverán a estallar, y la práctica se perderá.
Por lo tanto, la verdadera práctica no es buscar "puedo volar" o "puedo predecir el futuro", sino preguntarse: "¿Ha disminuido mi avaricia? ¿Sigue siendo tan intensa mi ira? ¿Puedo enfrentar la pérdida con calma?"
Solo cuando estas "fugas" se cierren por completo, el agua de la sabiduría no se perderá — esto es "extinción de las fugas".
IV. La esencia del conocimiento de la extinción de las fugas: no es "obtener", sino "soltar"
Muchas personas piensan erróneamente que "conocimiento" es una habilidad que se puede "practicar" como una destreza. Pero el "conocimiento de la extinción de las fugas" es todo lo contrario: no se trata de "obtener" algo, sino de "soltar" algo.
Es una capacidad de conocimiento verdadero:
"Sé que: el deseo ha cesado, la ira ha cesado, la ignorancia ha cesado, la vida y la muerte han cesado, la vida virtuosa se ha establecido, lo que se debía hacer se ha hecho, no estoy sujeto a futuros renacimientos."
Estas cuatro frases son la declaración de un arhat al alcanzar la realización. No son exageraciones, sino una descripción verdadera del estado interno.
Cuando ya no estás impulsado por deseos, ya no te enojas por críticas, ya no te preocupas por el futuro, ya no te aferras al "yo" y "mi", has tocado el borde de la "extinción de las fugas".
La esencia del conocimiento de la extinción de las fugas es libertad.
V. ¿Cómo pueden las personas comunes practicar? Las tres enseñanzas: ética, meditación, sabiduría
El Buda ha mostrado a los seres un camino claro y práctico de práctica: las tres enseñanzas de ética, meditación y sabiduría. Este es el camino necesario hacia el "conocimiento de la extinción de las fugas", y no se puede omitir ninguno.
Primer paso: mantener la ética — establecer una red de protección en la vida
Las reglas no son una restricción, sino una protección. Al igual que las barreras en una autopista, no te limitan, sino que evitan que salgas de la carretera y sufras un accidente mortal.
Los practicantes en casa pueden comenzar con las "Cinco Preceptos":
- No matar (cultivar la compasión)
- No robar (respetar la propiedad de los demás)
- No cometer adulterio (mantener la armonía familiar)
- No mentir (establecer la confianza)
- No consumir alcohol (mantener la claridad)
Mantener la ética pura puede reducir los conflictos externos y el remordimiento interno, estabilizando así el corazón y sentando las bases para la meditación.
Segundo paso: practicar la meditación — entrenar la concentración, hacer que el corazón sea como agua tranquila
El mayor problema de las personas modernas es la "dispersión mental". Cada vez que suena el teléfono, miran, y los pensamientos vienen uno tras otro, sin poder concentrarse. La meditación es el entrenamiento del "músculo" del corazón.
Se recomienda a los principiantes practicar "Anapanasati" — observar la respiración:
- Siéntate en silencio, enfoca tu atención en la respiración en la nariz o en el abdomen.
- Cuando surjan pensamientos, no los sigas, simplemente regresa suavemente a la respiración.
- Practica diariamente de 10 a 30 minutos, aumentando gradualmente el tiempo.
A medida que la concentración se profundiza, experimentarás:
- El corazón ya no está agitado
- Las emociones son más estables
- La calidad del sueño mejora
- El control sobre los deseos se fortalece
Tercer paso: practicar la sabiduría (Paññā) — percibir la realidad, cortar la ignorancia
Este es el paso más crucial. Sin sabiduría, mantener la ética y practicar la meditación pueden convertirse en "práctica mecánica" o "auto-represión".
El núcleo de la práctica de la sabiduría es "observación de la meditación":
Sobre la base de la concentración, observa los fenómenos del cuerpo y la mente con atención plena.
Observa los movimientos del cuerpo (como caminar, comer), las sensaciones (calor, frío, dolor, picazón) y los pensamientos (deseo, ira, ignorancia, alegría, tristeza) que surgen y desaparecen.
Gradualmente, descubrirás:
- Todas las sensaciones son impermanentes (a veces duelen, a veces no)
- Todos los pensamientos son no-yo (no es "yo estoy enojado", sino "la ira ha surgido")
- Todos los fenómenos son el resultado de causas y condiciones (no hay un "yo" independiente y eterno)
Esta experiencia directa comenzará a desmantelar el "apego al yo", cortando la raíz de las aflicciones.
Por ejemplo: cuando te enojas, ya no dices "estoy muy enojado", sino que observas: "la ira está surgiendo, tiene temperatura, está en el pecho, está cambiando..." Esta observación en sí misma debilita el poder de la emoción.
VI. El Noble Óctuple Sendero: el mapa completo hacia el conocimiento de la extinción de las fugas
Cuando el Buda dio su primer discurso, enseñó el "Noble Óctuple Sendero", que es el desarrollo concreto de las tres enseñanzas de ética, meditación y sabiduría.

El Noble Óctuple Sendero no es un estándar de sabiduría inalcanzable, sino "ecología mental" que cada persona puede practicar en su vida diaria.
VII. La señal de haber alcanzado el conocimiento de la extinción de las fugas: no necesitas que otros te lo digan
Muchas personas preguntan: "¿Cómo sé si he alcanzado el conocimiento de la extinción de las fugas?"
La respuesta es: cuando lo alcanzas, lo sabes naturalmente.
Es como una persona que se despierta de un sueño, no necesita que otros le digan "estás despierto", él mismo puede darse cuenta claramente de que el sueño ha terminado.
El Buda dijo: "Después de la extinción del Tathagata, toma la ley como tu maestro." La verdadera verificación es ver si tus aflicciones realmente han disminuido, si tu corazón realmente ha sido liberado.
VIII. ¿Cómo pueden las personas modernas practicar? No es necesario convertirse en monje para alcanzar la liberación
Muchas personas piensan: "La práctica debe hacerse en un monasterio, en las montañas." En realidad, no es así.
Las enseñanzas del Buda son universales. Los laicos también pueden alcanzar los primeros y segundos frutos, e incluso el fruto del arhat.
Sugerencias para la práctica moderna:
- Rutina diaria: 10 minutos de meditación en la respiración por la mañana y por la noche.
- Vida con atención plena: come con atención al comer, camina con atención al caminar, reduce el uso inconsciente del teléfono.
- Estudiar el Dharma: leer textos originales como el "Sutra de los Agamas" y el "Sutra de los Versos", estableciendo una visión correcta.
- Acercarse a buenos maestros: participar en retiros de meditación o grupos de estudio del Dharma.
- Vivir con ética: comenzar con no mentir y no dañar, elevando gradualmente los estándares morales.
Recuerda: la práctica no está en la lejanía, sino en la conciencia de cada momento presente.